Insensible, rutinario
frío y calculador
caminando por los senderos que ayer fueron desazón
Va recordando lo sublime de lo que ya fue
adolece al pensar en lo triste que vivió
pero el letargo de su hostilidad le ha blindado contra el sufrimiento
Los bullosos lamentos del pasado
en ínfimos susurros se van convirtiendo
la derrota, masticada vez tras vez,
en sabor familiar se ha transformado.
El transcurso le da igual
no dibuja sonrisas, tampoco gime tristezas
sarcástico, se burla de los demás
y con sutileza, desdeña la efusividad tardía
Es sombra, silencio prudente y sepulcral
ente lúgubre, repudiando lo otrora angelical
se reduce a su camino, aspira a la soledad
ya que el trago de lo que fuese bello
ha pagado mal ante su accionar...
El anciano engalanado había arribado, una vez más, en horas de la tarde, a
la casa de su buen amigo Toño María. Vestía un traje azul oscuro, camisa
blan...
Hace 1 año
2 comentarios:
Muy buen escrito... los seguiré leyendo...
Saludos a Daniel.
Qué buen reflejo del sentir! Es venenoso trasegar por el camino espinoso de la amargura donde no hay ni espera de luz, es lo peor que puede pasar...sentirse impotente y cohibido..
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