Me consumo en silencio y en evidencia
respirando ya estoy fraguando mi final
soy semilla que pretende florecer
para un día inesperado fenecer.
Doy de mí lo que más puedo
intentando en ello el beneficio
de saber que todo hecho fue sublime
sin embargo, fallo en mi camino, ser soberbio enceguecido...
Orgulloso y humilde, pletórico de anhelos y desganos
me enruto hacia el ocaso, en haces tenues de luz
alternados con oscuridad...
Busco en tranquilidad, también con desespero y ansiedad
hago alardes de prosperidad, y castigo sin justicia ni razón
Regreso sin sentido a aquéllos lares
para proporcionar las flores de mi funeral
Una vez más, toco la misma canción
repito las mismas palabras
escribo iguales poemas
lacerando, anhelando y sublimando
superando y retornando
ciclo absurdo y complicado, delicado y peligroso
azaroso y venenoso...
vuelvo allí, en alegría invocando el final no deseado
rozando el dintel de la calamidad y la desgracia
alegría y tristeza se visten con la misma piel.
Es sencillo, es evidente, aparente e imposible
pero es siempre ineludible
recorrido en reversa, lacerar insensato
palpable pero aceptable
camino suicida
... autodestrucción certera, sin arrepentimiento y con alegría paradójica....
El anciano engalanado había arribado, una vez más, en horas de la tarde, a
la casa de su buen amigo Toño María. Vestía un traje azul oscuro, camisa
blan...
Hace 1 año
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