Tan lejana pero tan vecina
tan ajena y desconocida
pero inserta en sutiles pensares
de un escritor anónimo.
En herméticos pensamientos y sensaciones
me embelesa tu presencia
admirándote con ambigüa prudencia.
Me deleito al observarte
y disfruto el paisaje bello
que tu compañía indirecta me ofrece...
No me conoces, no te conozco
la indiferencia puede ser bandera
a enarbolar en este trasegar
sin embargo ya te observo
creyendo que en tu pensamiento raramente existo.
No me interesan los resultados
sólo disfruto por hoy la contemplación
no sé el mañana, no lo planeo
sólo expreso mis impresiones...
Mi pretensión no es molestarte
pero reiré si ello sucede
tengo razones extrañas, cual ser humano
para así haberlo expresado.
Y no te respondo por lo contrario
ya he disfrutado con lo expresado...
El anciano engalanado había arribado, una vez más, en horas de la tarde, a
la casa de su buen amigo Toño María. Vestía un traje azul oscuro, camisa
blan...
Hace 1 año