En mi rumbo permanente
como ciego voy trasegando
con soberbia exagerada
desconozco lo evidente
... y de nuevo ya me arriesgo
Juego azaroso, adorarte de nuevo
aún dudo y camino tembloroso
pues quisiera la confirmación
Soy miedoso ya lo sé
de tus labios quiero beber
ese nectar del que antes me privaste
quiero concretar esta realidad.
Me aproximo a mil por hora
en un sendero enigmático
me arriesgo a abrazar cándidamente
a la musa llamada fatalidad
No me importa, eso veo
obstinado de repente, quizá desde siempre
conduciendo en silencio, muy cercano a la verdad
Soy iluso, eso pienso
me da igual, lo concluyo
aún así, ya es muy tarde
he pisado el acelerador a fondo.
El anciano engalanado había arribado, una vez más, en horas de la tarde, a
la casa de su buen amigo Toño María. Vestía un traje azul oscuro, camisa
blan...
Hace 7 meses
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