Cuando reías, cuando suspirabas
Pletórica de orgullo y vanidad
No sabías ni pensabas
Que el final habría de llegar…
Cuando vivías primorosa
Por razones de altivez
No sabías que en la vida
quizá no hay un después…
Triunfalismo enceguecido
Fue producto de tu vida
Y quizá tocó a mi ser
Pero mientras tú reías
Yo sabía que la risa
Sólo reía con olvido…
Has dejado marchar el tren del olvido
Hoy recuerdas la evasión que engendrabas
Hoy te quieres encontrar
Con las miradas desaparecidas
Con las manos nunca habidas
Y el corazón jamás enamorado…
Hoy te quedas en la estación
Donde alguna vez tuve expectativas
Hoy te quedas firme allí
Donde tuve que esperar el tren del olvido
Que por ti no habrá de regresar.
(Diciembre 23 de 2006, 1:25 A.M.)
El anciano engalanado había arribado, una vez más, en horas de la tarde, a
la casa de su buen amigo Toño María. Vestía un traje azul oscuro, camisa
blan...
Hace 7 meses
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