He caminado creyendo ser dueño de un rumbo claro
y la experiencia me ha demostrado todo lo contrario
soy un mero esclavo de miles sentimientos
así he imaginado estar en lo cierto.
No me arrepiento ni me avergüenzo de mis pasos en falso
aunque me ataquen las sombras aciagas
y a la par acaezca
la melancolía de la incongruencia interior.
Observo el interior de este amasijo de sentires
y comprendo la compleja mixtura que me abarca
sonrío con los triunfos y las alegrías
celebro los motivos para continuar
pero a veces palidezco
al creer que he caído
indigno y transformado a la par
de cierta infamia llamada sociedad,
atacado por los espectros
que a veces distingo y otras veces confundo.
El anciano engalanado había arribado, una vez más, en horas de la tarde, a
la casa de su buen amigo Toño María. Vestía un traje azul oscuro, camisa
blan...
Hace 1 año
No hay comentarios:
Publicar un comentario