Vienes a mí
bañada en alegría
rodeada de tu luz
y en congoja tras lo previo...
Vienes a mí
de nuevo tu cándida sonrisa
tus labios provocativos, tu bella mirada
tu piel tan clara, tan pura y anhelada.
De nuevo aquí
te siento cerca y es increíble
pero aquí estás
y ello es sublime
Yo no te esquivo
pues harto te anhelo
y no me sacio con tu cercanía
quiero estar contigo
sin tiempo, sin trabas, sin final alguno...
El anciano engalanado había arribado, una vez más, en horas de la tarde, a
la casa de su buen amigo Toño María. Vestía un traje azul oscuro, camisa
blan...
Hace 1 año
1 comentario:
Claro, es que uno quiere que cuando ella viene hacia uno todo lo que hay demás desaparezca, uno cuando ve de vuelta quien nunca tuvo por que irse no es capás de imaginar que vuelve y se va.
Muy buen escrito.
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