Oh Lánguido acaecer
regresaste y ya lo sabía...
ahí estabas, presto a mi caída
he caído, ya lo ves
Bien tú puedes, emerger...
Noche oscura otra vez
te cerniste sobre mi ser
y qué digo, ni lo sé
Eres sombra del ayer
Retornada en son de mi fenecer
Me lamento con prudencia
aún así, lastimero me hallo hoy
disfrutando la tristeza
renegando del bienestar
Palpo con sorna la agonía tan certera
rozando las paredes del funesto trasegar
mis labios se han secado
mi corazón otra vez destrozado
Agonía, oh agonía
me destruyes sin razón
lo comprendo, no lo juzgo
es mi rumbo, no lo evado ya más...
El anciano engalanado había arribado, una vez más, en horas de la tarde, a
la casa de su buen amigo Toño María. Vestía un traje azul oscuro, camisa
blan...
Hace 1 año
1 comentario:
Es increíble que, aún pensando que ya habíamos dejado el fantasma del pasado, siga muriendo el querer de manera tan patética
Eso pasa por meterse con menores de edad.
(como dicen los Venezolanos, lo certifico!)
Publicar un comentario