Te asomas a la ventana de mi ser y me sorprendes
desbocas anhelos inmanentes y renaces una y otra vez
Rondas mis lares, emerges, me reanimas, me desvivo
por vos...
Sorprendente, sublime, hermosa, plantas tu acaecer y
no me doy cuenta
sin embargo sabiendo que estás ahí, que estas letras
te invocan de nuevo
que no sé si alguna vez las leas, pero que van a por
ti...
Estás ahí, como siempre, sabiendo en el fondo de
mí... pensando en mí
así como yo en ti.... y ambos los sabemos... tan
pleno, tan satisfactorio....
(1:54 P.M. MAYO 01 2008)
El anciano engalanado había arribado, una vez más, en horas de la tarde, a
la casa de su buen amigo Toño María. Vestía un traje azul oscuro, camisa
blan...
Hace 6 meses
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