jueves, 3 de septiembre de 2009

Ínfimo para una Dulce Hada

De ojitos vivaces y preciosos
poseedores de pureza y de ternura
cristalinos, con un brillo angelical
que embelesan y petrifican
que producen alegrías desbordantes.

Bellos labios
tentadores, almibarados,
impregnados de una magia indescriptible pero sublime
acreedores de miles besos,

amos de los labios deleitados con tal magia
que sutilmente enmudecen para hablarle
del bello sentir existente
pero que se mueren por posarse en los suyos,
al son de la primorosa fusión que dualmente acaece...

De piel trigueña, cintura tentadora
cuerpo torneado, damisela de bella porcelana
instigando, inspirando a contemplar,
endulzando, provocando una sublime comunión...

Inconcluso en este escrito yo seré
pues mentiría si dijese que es completo y exacto
lo que quiero expresar
al contrario, me sonrío comprendiendo
que esto es ínfimo para denotar
quién es la Bella Musa en realidad.

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