He sido testigo de las caídas sorpresivas...
he sido partícipe de las promesas jamás cumplidas...
He enarbolado la bandera de la desolación y también he cantado historias tristes.
He suspirado por muchas,
unas brindaron placeres
otras marcharon sin razón
Hay cicatrices, cicatrices en el corazón
que han sanado día tras día
sin ninguna explicación
He sido rey y profeta en mi propia tierra
siervo en otros lares
He sido arquitecto de obras defectuosas
Pero también artesano de un duro arte...
Sigo viviendo, viendo viviendo,
el ayer, el hoy y espero el mañana.
(Marzo 09 de 2007, 3:32 P.M.)
El anciano engalanado había arribado, una vez más, en horas de la tarde, a
la casa de su buen amigo Toño María. Vestía un traje azul oscuro, camisa
blan...
Hace 1 año